3. Del monopolio a la blogsfera

Contenido:

III. Del monopolio a la blogsfera

3.1 Una legalidad «removible» frente al monopolio

La paulatina concentración empresarial y las prácticas monopolistas han sido uno de los elementos iniciales de diversas compañías tecnológicas, con casos como los de ATT, IBM o Microsoft, que nos han demostrado la ductilidad de la legislación cuando se trata de compañías de tanto peso y nos indican el camino descendente, desde la crudeza del primero hasta la práctica «nulidad» del tercero. La ambivalencia del proceso en el que mientras que los grandes sectores estatales, sobre todo en Europa, son privatizados, las mismas leyes sobre la concentración empresarial entran en conflicto con estos gigantes, obligando a salidas en ocasiones truculentas.

Por otro lado la posición de dominio de ciertas compañías del sector a lo largo de la historia de Internet ha conseguido que sus procesos judiciales hayan sido resueltos de formas muy diferenciadas. La posición dominante de EEUU y la defensa de sus grandes compañías, empeñadas en campañas lobistas mediante las que apuntalar dicha defensa. Algunos escenarios demostraran claramente esta afirmación, como los casos en los que se negociara el gobierno de Internet, en las negociaciones de la UIT, ejemplos como los de la fiscalidad de empresas como Apple o Amazon, que por ejemplo en Europa buscan tributar en Irlanda para burlar los impuestos de cada país o como veremos, las situaciones más recientes de Google o Facebook, respecto a las noticias o el reconocimiento facial de sus usuarios. 

IBM cerrando el paso

El primer gran caso contra prácticas monopolísticas sería el de IBM (International Business Machines Corp)1, cuando en 1969 Lyndon B Johnson, iniciara un proceso contra una compañía acusada de prácticas restrictivas de la competencia, en un momento en el que controlaba las tres cuartas partes del mercado informático del país. El caso judicial duraría hasta 1983 y condicionaría parte de la política de la empresa desde aquel momento, acusada de constreñir, algo similar al posterior caso de Microsoft, el sistema operativo a la máquina (ligando software con hardware) de modo que limitaba la capacidad de la competencia, que prácticamente quedaba excluida.

El ingente proceso de instrucción contra la compañía quedó finalmente abandonado, después de que una nueva administración republicana llegara al poder y defendiera la causa abierta por la entonces CEE, dos años más tarde, después de un largo y azaroso itinerario, aunque, como hemos señalado, sería importante en tanto que restringiría ciertas tendencias empresariales que después tendría consecuencias inesperadas. Efectivamente, el focalizar buena parte de la demanda en caso específico del software de la máquina, posibilitaría que el desarrollo del PC fuera un elemento susceptible de ser clonado por el mercado asiático, de donde procedían, por otra parte, la mayoría de los componentes, dado que IBM no había desarrollado estos sino que los había ensamblado por medio de diversas fuentes baratas con el objeto de que el IBM-PC no fuera competencia efectiva a su mercado de servidores. Como el sistema operativo tampoco era un desarrollo propio sino un encargo a Microsoft, otra historia azarosa, la pronta aparición de PC compatibles, a los que esta última vendería licencias de su sistema operativo, popularizaría este modelo de ordenador doméstico a precio relativamente asequible.

Un mercado de telecomunicaciones sin competencia

En 1972, Gerad Ford, sucesor de Nixon en la presidencia de EEUU, iniciaría otra campaña antitrust contra el gigante de las telecomunicaciones AT&T (American Telephone and Telegraph)2, casi una enseña del modelo norteamericano y un monopolio de las telecomunicaciones a la largo de los tres primeros cuartos del siglo XX, con el beneplácito del gobierno, acordado en el llamado Compromiso Kingsbury3. La administración Charter (1976-1980) sustituiría la Office of Telecomunications Policy por otra agencia a cargo de la autoridad de la Secretaría de Comercio, la NTIA (National Telecommunications Policy Information Administration), como forma de reconducir toda la política de telecomunicaciones en su conjunto, definida en la Communication Act, con el objetivo claro de poner fin al monopolio del AT&T para abrir el mercado de la competencia en el sector y acabar con la idea de monopolio afín y regulado mediante acuerdos, aspecto defendido sobre todo por el Departamento de Defensa y sectores del partido republicano.

En enero de 1982, Bajo la presidencia de Reagan, culminaría el proceso con la decisión de dividir la compañía en ocho diferentes empresas, siete de las cuales continuarían como operadores regionales Bell, conocidas como «Baby Bells» (Pacific Bell, SouthwesternBell, Nynex y Bell Atlantic , BellSouth y Ameritech), nombre tomado de la división de desarrollo de la matriz, Laboratorios Telefónicos Bell (Bell Labs), con el que se conocería a estas compañías emancipadas que en principio heredaron el monopolio en las diversas regiones asignadas4. En 1996 una nueva Telecommunications Act, a cargo de nuevo de la FCC (Federal Commnunications Commision)5, sentaría los cimentos de las leyes de la competencia en el sector, en el que no han parado de darse demandas cruzadas. De cualquier modo, AT&T, tomaría buena nota del proceso y en el mismo año tomaría la decisión voluntaria de separar tres de sus divisiones concretas en empresas especializadas:  Lucent Technologies, fabricante de equipos, sobre todo en el terreno de las telecomunicaciones (heredero directo de los laboratorios Bell) NCR, fabricante de equipos absorbido años antes y nuevamente liberado en esta operación, y otra AT&T más pequeña y enfocada a las telecomunicaciones exclusivamente, que pronto absorbería al segundo operador de televisión por cable y otras compañías de telefonía.

Respecto a las otras siete divisiones regionales, pronto entrarían en un proceso de fusiones y adquisiciones, lo que supuso que, el efecto real de este proceso no empeorarían en nada a cada una de las divisiones de la empresa sino que todas, en su conjunto saldrían beneficiadas al partir, de cualquier modo, de posiciones ventajosas en el mercado.

Curiosamente, en un momento en el que las telecomunicaciones han pasado a primer plano, apenas tres operadoras se disputan el grueso del mercado de telefonía móvil en nuestros días. En el ámbito doméstico, en un momento de precios ajustados, sí que se ha vivido una conversión tanto de los operadores de cable como de otras compañías en un mercado convergente en el que desde hace mucho los servicios de voz son una parte anecdótica, teniendo en cuenta que la mayor parte del flujo se hace mediante protocolos de datos.  Como apunte anecdótico, Google Fiber, el servicio de fibra óptica de Google que ofrece un gran caudal de datos a precios muy contenidos se ha convertido en el nuevo enemigo de todo el conjunto de operadoras preexistentes, apuntando al dato, como fuente real del negocio.

El gigante Microsoft

El tercero de los ejemplos, el de Microsoft, es algo diferente en cuanto que en él se unen diferentes procesos, que llegan casi de forma recurrente a lo largo de los últimos veinte años, junto con otras políticas de empresa discutible pero circunscrita al ámbito «legal». Como ya señalamos, la discutible política de Microsoft, desde sus orígenes, iniciada por Bill Gates y Paul Hallen, respecto a la imposición de medios concretos y la primacía del negocio, anulando competidores sobre la innovación, han convertido a esta compañía en una de las más impopulares de los medios informáticos y el punto de mira judicial de diversas instituciones6.

Sin querer extendernos en un tema que por sí solo ha llenado titulares de prensa apuntaremos los casos más reseñables abiertos contra Microsoft y sus acciones más rechazadas. Comenzaremos con la propia génesis de su sistema operativo inicial, que dará inicio a su negocio. Con el encargo de IBM de crear un sistema operativo para integrar en sus máquinas PC-IBM, después de fracasar en sus negociaciones con la compañía Digital Research, Microsoft compra al programador Tim Paterson7 su desarrollo QDOS (Quick and Dirty Operating System-Sistema Operativo Rápido y Sucio)  y lo contrata para su adaptación a la nueva máquina, mientras adquiere de Seattle Computer Products la licencia, sin exclusividad, de un clon de CP/M llamado 86-DOS8. IBM, apremiada por las fechas de lanzamiento ya prefijadas seguirá el proceso de desarrollo casi a diario. Finalmente Microsoft licenció QDOS a IBM, y bajo el nombre de PC-DOS y con una licencia no exclusiva y un mes antes de lanzamiento comercial de las primeras PC-IBM, adquirirá todos los derechos de 86-DOS de Seattle Computer Products por 50.000 dólares, para garantizarse el siguiente movimiento. Efectivamente, la posibilidad de clonado de estas máquinas abriría el mercado a la venta de un sistema ya adaptado a estos, redenominado para la ocasión como MS-DOS. Desde Digital Research, se discutiría este sistema operativo, al observar la similitud tan absoluta con la interfaz de programación de CP/M, tratando de llevar adelante una demanda contra IBM, que finalmente no prosperara.

Los dos siguientes capítulos, ya señalados, en el caso de Microsoft vendrán de modo casi simultaneo de la mano, por un lado de los sistemas operativos, con un remedo del desarrollo de interfaz gráfica que Xerox PARC (Palo Alto Research Center) realizara para los nuevos ordenadores de Apple, y por el otro de los navegadores, con el caso de la redenominación de la ideal de creador de Netscape, Mosaic, para llamarlo Internet Explorer y distribuirlo exclusivamente en sus nuevos sistemas operativos Windows 95. A partir de este momento, los procesos judiciales se irán sucediendo en una carrera contra el tiempo, dado que, mientras las demandas se demoran, las prácticas de Microsoft terminan por imponer por la vía de los hechos sus pretensiones9.

En 1991, la Comisión Federal del Comercio inicia un expediente a Microsoft sobre prácticas monopolísticas en el mercado de sistemas operativos para PC. En 1993, mientras la fiscalía nacional cierra el expediente, el Departamento de Justicia y  la Comisión Europea, inician sus propios procesos, a lo que Microsoft responderá eliminando algunas de las  restricciones impuestas a fabricantes de software. El caso seguirá un azaroso cauce en el que se demostrará cuanto está en juego y la capacidad de penetración del lobby sobre el que actúa Microsoft. En 1995 el caso será reabierto por la corte de apelaciones, después de haberse tratado de nuevo de archivar. En 1997, una nueva demanda se entabla contra la compañía, bajo la acusación de violar el acuerdo de 1994, al obligar a los fabricantes de equipos que preinstalan el sistema operativo Windows 95 en sus ordenadores, a incorporar con este el navegador Internet Explorer.

La Comisión Europea abre asimismo otro expediente relativo al mismo caso, al tiempo que el fabricante COMPAQ (antes de su absorción por HP), denuncia la pretensión de Microsoft de anular su licencia de Windows 95 al no instalar con este su navegador. La compañía incluso acusa al Departamento de Justicia de impedir el desarrollo de su sistema operativo, a lo que este responde con la acusación de que lo que está haciendo la compañía es integrar su navegador dentro de sus sistema operativo, como forma de aprovechar su posición dominante en estos para llevar a sus usuarios a que desplacen a Netscape. Mientras tiene previsto el lanzamiento de Windows 98 con el navegador integrado en el propio sistema operativo, indistinguible del explorador interno, abre la posibilidad de que los fabricantes anulen la instalación del navegador en su sistema anterior (Windows 95), en una estrategia dilatoria para que no se prohibiera el lanzamiento de este, como pretendían algunos jueces. A finales de 1998, Netscape, desplazado del mercado de los navegadores, es adquirido por el proveedor de servicios de Internet AOL (América On-line), por unos 10.000 millones de dólares. Para Noviembre de 1999, el Juez Thomas Penfield Jackson, a cargo del nuevo sumario, publica las primeras conclusiones del sumario, en el que se acusa a Microsoft de prácticas de monopolio e imposición a otras compañías, acudiendo a tácticas de presión para anular competidores, distorsionando conscientemente cualquier posibilidad de competencia real, además de entrar en otras áreas de negocio con las estas mismas prácticas. Inmediatamente, esta responde tratando de abrir negociaciones para llegar a un acuerdo. El solo hecho de este anuncio hace subir la cotización de la compañía un 6%. De cualquier modo, el 31 de mayo de 2000, dictaría una sentencia en la que obligaba a la compañía a dividirse en dos divisiones diferentes, a lo que esta apelaría inmediatamente10. Una vez en la Corte de Apelaciones, el caso volvería a convertirse en una ceremonia de la confusión, revocando la división pero ratificando las conclusiones, nombrándose por dos veces juez instructor, el último de los cuales trata de devolver el caso a juzgados de distrito. El propio gobierno estadounidense, a través del Departamento de Justicia, señala que no buscará la división de la compañía. Mientras tanto, la unión europea continúa su proceso y abre una nueva causa respecto al mercado de los servidores y en concreto los orientados al comercio electrónico, mientras amenaza con una multa de 2750 millones de dólares si no elimina los componentes adicionales de su sistema operativo que impiden la competencia.

Mientras tanto, en octubre de 2001, con la impronta ya de la nueva administración Bush, el Departamento de Justicia y Microsoft llegan a un acuerdo, que suscriben otros estados, quedando nueve de los acusadores sin suscribir el acuerdo, aunque finalmente no prosperara el caso11 12 . Otros tres casos, contra Caldera Systems, por verse expulsada del sistema de servidores,  Sun Mycrosistems, por acusar a Microsoft de modificar JAVA (programa multiplataforma para ejecutar aplicaciones sin importa el sistema operativo) y Bristol, que al no contar con el código fuente de su sistema operativo no pudo adaptar sus productos, quedando expulsado del mercado dominante, se resolverían con millonarias sanciones que la compañía, con su habitual política de hechos consumados, pagaría cuando ya se había beneficiado del asunto. Los casos que quedarían serían los de la Comisión Europea, que mediante sanciones económicas, o con la división en diversas versiones del sistema XP, como fuera en el caso de la inclusión del reproductor de medios Windows Media Player, abierto en 2004, serían resueltos teniendo como único beneficiario real, a pesar de las sanciones, a esta compañía.

Con la nueva década, la propia compañía será la que mediante sucesivos errores y una falta de perspectiva respecto a los dispositivos móviles y el auge de una red en la que el dispositivo y por tanto la venta de un software fijado en una máquina cada vez importa menos irá perdiendo liderazgo. Nuevos sistemas operativos en el terreno móvil, como iOs, de Apple y Android, libre aunque de la mano de Google, junto con los navegadores Mozilla Firefox, de la fundación Mozilla, y Chrome, de nuevo de Google, desbancarán los desarrollos de la gran empresa de Redmon.   Así, en un periodo de tiempo no muy dilatado el gran monopolio de Microsoft en sistemas operativos, navegadores e incluso en sistemas de gestión documental, quedará puesto en entredicho.

Como hemos apuntado al inicio, los casos contra diferentes posiciones de fuerza, monopolio o abuso, serán una constante y los «nuevos grandes» de Internet, Amazon, Apple, Facebook o Google, entre los más destacados, acumularan cada cual una buena cantidad de litigios en los que demostrarán que no se trata de actores al uso sino que tienen capacidad para entablar negociaciones directas con naciones o estamentos supraestatales. Si bien es cierto que la última gran causa contra un monopolio será la de Microsoft y que tanto por parte de las administraciones como mediante una estrategia diferente por parte de estas grandes empresas, se ha cambiado la forma de encarar estos procesos, la realidad es que el proceso de concentración de recursos y la destrucción de competencia sigue un curso ascendente.  Entre la estrategia más empleada por estas empresas, se ha creado una especie de mercado de nuevas plataformas y productos que surgen mediante inversiones de capital riesgo y se enfocan hacia la adquisición por estas grandes. Por otro lado, no hay lugar para competir en ciertos nichos, colmadas hasta tal extremo que no hay posibilidad real de hacerse un lugar propio. Así, parte de los departamentos de innovación se han convertido en un departamento de adquisiciones, mediante el cual agregar innovación mediante la adquisición de productos que funcionan. Por nombrar uno de los ejemplo paradigmáticos, señalaremos cómo Google adquiriría la competencia real de Google Vídeo (el portal de vídeos en internet), YouTube, para integrarla en sus servicios y unificar ambos13

A pesar de tener consciencia del coste real para una economía de este nuevo sistema de monopolios14, máxime si quiere arrogarse la defensa de un mercado libre, a lo largo de la última década las instituciones internacionales han avanzado poco en poner límite a estos. De hecho, muchos gobiernos ceden ante la presión de estas grandes compañías que ejercen cada vez un mayor poder lobista sobre los responsables públicos. En el parlamento europeo no era tan común como en los EEUU la presencia de grupos lobistas que trataban de ejercer su influencia respecto a los representantes públicos que atesoran la expresión de poder popular de las democracias que los han elegido. Merecería todo un debate delimitar hasta qué punto esta influencia resulta distinguible de la corrupción. 

3.2 La red como mercado de burbujas

Una de las características iniciales de las empresas orientadas a la red ha sido la de su capitalización. Como compañías surgidas en un contexto histórico concreto, la influencia de las formas de financiación, del capital riesgo y la inversión sobredimensionada será una de las características más referidas desde sus primeras fases. Desde la crisis de las puntocom, y la primera crisis mejicana y japonesa, hasta la gran crisis financiera iniciada a partir de 2007, las empresas tecnológicas y vinculadas con Internet han estado en el epicentro de buena parte de estos estallidos especulativos.

 El periodo 1997-2001 fue uno de los primeros en los que la capitalización bursátil enfocaría sus apuestas hacia un sector tecnológico en fuerte desarrollo15. El índice NASDAQ de Nueva York, que es la referencia tecnológica y el indicador del pulso económico de la denominada Nueva Economía recogería unos crecimientos espectaculares. Los capitales riesgos concurrían en una carrera por «ocupar espacios», llegar primero en una carrera por tener una posición predominante en un futuro crecimiento que se preveía, aunque todavía no se cimentaba en datos y resultados reales. La retroalimentación que los mismos medios otorgaban a las entonces empresas pioneras, como Amazon (que tardaría un quinquenio en conseguir beneficios) o el portal español Terra, desligado de telefónica para cotizar en bolsa de forma independiente16. Era el tiempo de los grandes portales, en los que la red era dirigida y más que buscar contenidos, estos los suministraban de forma sesgada. En ese momento, Google era una anécdota frente al dominio de Yahoo! Lycos o AltaVista, todos ellos muy vinculados al sistema de «portal de internet» en donde se ofrecían unos contenidos variados con el que copar los escasos anchos de banda del momento. El modelo B2C (Bussines to Customer), que planteaba Internet como el centro de venta sin intermediarios todavía tenía un largo camino por recorrer y una madurez por alcanzar que no se había producido aún, aunque tanto las «apuestas» como las predicciones más sensatas apuntaban hacia ese futuro de abaratamiento de productos de consumo por la vía de la venta directa, el momento estaba por llegar y la gran movilización de capitales apuntando hacia un valor futuro por determinar terminaría por enfrentarse a la realidad de los resultados y el abismo de la rentabilidad inmediata17.

Como hemos comentado en capítulos previos, el paradigma de esta burbuja sería la compra de Time Warner, el mayor conglomerado de medios y producción audiovisual de EEUU por parte de los proveedores de servicios de Internet AOL (América Online) por 160.000 millones de Dólares. Es decir, que una empresa sobrevalorada juega con la inversión recibida para apoderarse de grandes medios productivos.

Entre el momento máximo de esta primera burbuja, alcanzado el 10 de marzo del año 2000, cuando el índice NASDAQ alcanzaba un récord de 5.048,62 puntos, hasta su desplome de 1.114,11 puntos a principios de octubre de 2002 se produce un desplome de la imagen banalizada que unos medios «analógicos» vendían de este Internet «que venía», comercial y privado. El modelo heredaba en buena parte la óptica del gran dominador del negocio informático del momento, Microsoft, que vendía sus productos vinculados a una «maquina» con la que el usuario interactuaba y le daba acceso a una red muy limitada en ese momento.

Salvo Amazon, cuyo modelo estaba por desarrollar y que si sería un caso de éxito hasta convertirse en una de las grandes compañías de la actualidad, empresas como Cisco, Microsoft e Intel no recuperarían los valores que tenían el año 2000 hasta bien pasado una década. Se estima que prácticamente el 50% de las compañías del puntocom, no sobrevivieron a la crisis.

Uno de los errores del periodo fue pensar en Internet como en una frontera en la que los principios clásicos de la empresa se aplicarán de forma automática. La proliferación de banners publicitarios, pop ups y la profusión de clips insertados, producidos con Macromedia Flash son testimonio de un periodo tan exuberante como desacertado18.

 Para comprender la formación de la web posterior a la burbuja puntocom, debemos acudir de nuevo a la imagen del conflicto entre los que con una óptica comercial sobrevaloraron una versión de la web como una versión si intermediario de un centro comercial. La disrupción del nuevo medio, crecería en los márgenes dejados por esta crisis. En esta nueva selva de contenidos no dirigidos, creados por una comunidad cada vez mayor sin control central ni identidad más allá de la libertad de escritura, un buscador eficaz, apoyado por una publicidad sutil y no demasiado intrusiva se convertirá desde este origen práctico y modesto, en la pieza clave de toda la primera década de nuestro siglo19.

La Blogósfera

La Blogósfera (o blogsfera), el mundo de los Blogs independientes y los conglomerados de estos, será hijo de este tiempo. Las primeras formas de blogs, alojados en hospedajes gratuitos como Geocities, nacían con una vocación totalmente diferente. En parte es la misma cultura que daría origen a la Wikipedia y otros proyectos de software libre. La revolución del blog, dejaría desconcertados a los grandes productores culturales, que asistirán a este fenómeno con una perplejidad de la que todavía no se han recuperado muchos de los grandes medios de comunicación, sobre todo en el entorno editorial. Tratar de cerrar el paso al avance de las bitácoras, con la traslación del medio escrito a la red, tratando de mantener la misma relación con el público que en los tiempos de papel llevarán al fracaso de las suscripciones del diarios como El País y El mundo, que en ambos casos renunciarían al modelo de suscripción en un periodo no muy dilatado en el tiempo a la luz del pobre resultado obtenido20.

El resorte definitivo para la profesionalización de muchos de estos blogs vendrá de la mano de su principal beneficiario, Google. La inclusión de anuncios menos molestos, hasta cierto punto sutiles y ubicados en los márgenes del cuerpo de los blogs, en contraste con la verbena desconcertante de muchos de los portales generalistas, hará que Adwords triunfe como plataforma, durante muchos años casi en exclusiva, de publicidad. De esta simbiosis, surgirán muchos blogs profesionalizados y cada vez de más amplia temática, para un internauta cada vez con menor perfil técnico y conocimiento del medio21.

La nueva red es también heredera cultural del movimiento underground y del ciberpunk, muy vinculado a un subgénero literario de la denominada «ciencia ficción Dura» (Hard science fiction) en el que figuras como William Gibson, con su «Neuromante«22 o Neal Stephenson con «Snow Crash»23 se adelantarán a los mundos futuros en los que la conexión es personal y portable y la red es un mundo paralelo en el que sumergirse en una inmersión completa. En 1999 saldrá a la luz el film «Matrix» de los hermanos Wachowsky y muchos de estos conceptos se popularizarán hasta el punto de condicionar el enfoque de futuros desarrollos de la red24. Los primeros movimientos de hactivismo con un foco político también compartirán época25.  De hecho, el término «hacktivista» suele atribuirse al miembro del grupo de hackers Cult of the Dead Cow (CdC), llamado «Omega” y las actividades promovidas por este26.  En España, diversos grupos de hackers comienzan a organizarse también en movimientos con objetivos más amplios que la investigación y el hacking.  Fronteras Electrónicas España (FrEE)27, un grupo surgido en 1996 y aliado del grupo EFF (Electronic Frontier Foundation) (13) norteamericano, mantendría una fuerte actividad, llegando a formar parte invitada por la comisión de Internet del Senado de España en 1998, momento en que con otras organizaciones promovieran la primera huelga de Internet,  que se repetirá al año siguiente28 Esta subcultura superficiará en organizaciones como Nodo5029, que da soporte y alojamiento a diversos colectivos activistas desde 1994 o la Asociación de Internautas, activa hasta nuestros días30.

También es el tiempo de Napster, y la descarga de música y contenidos de Internet. Con la extensión de las conexiones las redes de descargas comienzan a funcionar y los contenidos circulan como nunca loa habían hecho antes. Los sucesivos ataques a diferentes portales y formatos de compartir archivos tan solo harán mejorar la tecnología de estos. Pronto Emule y los enlaces edk, se generalizarán. Las redes de pares nacen con un espíritu ambivalente, entre los que buscan contenidos para consumirlos y los que ven en esta forma de compartir una manera de establecer comunidades31. De hecho, en España muchas de las páginas de recopilación de enlaces sobre temas específicos no tenían siquiera alternativa comercial viable, como en las primeras páginas literarias o dedicadas a ciertos tipos de música, o el recientemente desaparecido portal de subtitulado de contenidos substítulos.es32, que ha cerrado su servicio el 1 de Julio de 2015, ante el temor del último cambio legislativo.

¿Burbuja 2.0?

Cuando expliquemos la expansión de las comunicaciones y el crecimiento de la web desde finales de la primera década de nuevo siglo hasta nuestros días, veremos los elementos principales sobre los que se apoya esta nueva escalada bursátil de compañías con modelos de negocio en algunos casos poco desarrollados o que se encuentran en proceso de comenzar a monetarizar la inversión. Esto resulta de especial interés para reconocer las diferencias de la escalada apreciativa de muchas empresas de la presente década respecto a la anterior burbuja. Así, a pesar de las fuertes apuestas y el continuo riesgo, veremos como la base de muchas de las grandes empresas si se sustancia en esta ocasión sobre modelos de negocio económicamente viables. 

La primera década del siglo asistirá a la expansión y el predomino de Google como la gran empresa que ocupará buena parte de los nichos de mercado de Internet. Sin embargo, las redes sociales prosperarán al margen del control de esta empresa a pesar de varios intentos, como Orkuc (que tendría especial peso en Brasil), Google Wave, o Google Plus, la última apuesta que se llevaría por delante al lector de noticias RSS Google Reader, con una reacción contraria de una comunidad que hasta el momento simpatizaba con la política de la empresa. Así compañías como Twitter, Linkedin o Facebook, que nacerían impulsadas por empresas de capital riesgo, que apostaban por ellas incluso antes de definir claramente su modelo de negocio, concurrirán en bolsa desde 2011 con capitalizaciones de nuevo muy elevadas.  En concreto Linkedin, inicialmente una red profesional de intercambio de currículums profesionales, saldría por una capitalización de 7.800 millones de dólares y una acción valorada en 45 dólares; cifras que contrastaban con unos ingresos anuales de 161 millones y unos beneficios declarados de 10 millones33 .

Sin embargo el caso de Facebook, será el más espectacular, al salir el 18 de mayo de 2012, casi ocho años después de su creación, debutando en la Bolsa Neoyorquina con un valor superior a los 100.000 millones de dólares. Este valor exorbitado si atendemos a sus cifras de negocio del momento, con unos ingresos de 3.700 millones y unos beneficios declarados de 1.000 millones, solo podía explicarse por un afán especulativo34. Aunque la empresa, con una liquidez de tal dimensión, iniciaría una política de adquisiciones bastante discutida en su momento, como en el caso de la compra de WhatsApp, la colocará como otra de las grandes de Internet, con 845 millones de usuarios (superaría los 1.000 millones en 2014), una cifra tan grande que cualquier inserción publicitaria es capaz de un impacto superior al de cualquier medio a lo largo de toda la historia de la humanidad.

Atendiendo al momento en el que muchas de estas compañías de Internet acuden a una nueva oleada de financiación e inversión bursátil, precisamente en un contexto de crisis global en el que los inversores han amplificado sus rotaciones de capital será complicado apuntar a una nueva burbuja. Si bien es cierto el desfase de las cifras, también la implantación de estas empresas y la propia red no es la misma que entresiglos. Buena parte del tráfico de Internet pasa hoy en día por los servicios de estas compañías. Hoy es común que la gente confunda la barra de su navegador con la búsqueda de Google o se informe vía Twitter o Facebook, más incluso que por los medios traicionarles de prensa y televisión. En ese sentido, el sobrevaloramiento tiene más relación con la cantidad de público potencial al que son capaces de acceder y transformar en ingresos reales que a la inversión realizada en estas empresas. En este contexto, es significativo que en enero de 2016 las cuatro primeras compañías mundiales en capilatización bursátil fueran los gigantes de la tecnología e internet, Google, Apple, Microsotf y Amazon.

El poder financiero adquirido por estas compañías, les ha llevado, como ya hemos apuntado anteriormente a desincentivar la innovación, cambiándola por una carrera de adquisiciones de talento e innovación. Los denominados «unicornios«, compañías que entran en nichos de mercado nuevo, financiadas mediante «capital riesgo» y que ya superan los mil millones de dólares de valoración, entran en este juego apostando por medrar allí donde los «dinosaurios» no han sabido apuntar a tiempo35. La carrera entre la innovación y la adquisición de las grandes, que han colmado las fuentes de innovación de hace una década, deja a compañías como Airbnb, Dropbox, Pinterest, Snapchat o Uber en una posición compleja. Si bien es cierto que la adquisición de la competencia ha sido una constante entre estas grandes, también es cierto que estas pueden resistir y medrar en su mercado. Analizar el impulso de los inversores de capital riesgo en busca de rotaciones de capitales ascendentes puede explicarnos este juego de equilibrios en los que siempre hay que encaminarse hacia la apuesta más alta y que detenerse es asomarse al abismo36 .

Mientras tanto, comunidades de usuarios y activistas de libertades cívicas siguen advirtiendo de los peligros de una red privatizada y dirigida por tan pocas compañías, de tan escasa transparencia y un interés cada vez más distante con las libertades individuales. Si bien es cierto que surgen alternativas de carácter libre y persisten “zonas de libertad» en algunos contextos, ahora mismo el mercado está ganando la partida de acaparar usuarios, en general acomodaticios y cada vez más espectadores de un momento histórico para las libertades37. La influencia y el control comercial de los medios digitales y las redes sociales y su sometimiento a los dictados de los gobiernos donde estas se radican y sus legislaciones poco transparentes en lo que respecta a la privacidad y los derechos nos sitúan ante una perspectiva ominosa, que exploraremos en detalle adelante, especialmente en el bloque cuarto. 

1 Matterart, A .Historia de la sociedad de la información. Paidós, Barcelona. 2007

2 AT&T sigue siendo una compañia líder del sector: http://espanol.att.com/

3 Sobre el monopolio de AT&T http://morfeo.upc.es/crom/mod/wiki/view.php?id=4&page=view/Monopolio+de+AT&editor=dfwiki&gid=0&uid=0

4 La división y todo el proceso de disgregación del gran monopilio estadounidense de telecomunicaciones queda muy bien documentado en la obra de Matterart, A .Historia de la sociedad de la información. Paidós, Barcelona. 2007

5 FCC: http://www.fcc.gov/telecom.html 

6 El famoso abogado y activista Ralph Nader, recopilaría todo el proceso llevado adelante durante 1997 contra las prácticas del gigante del software Microsoft. Nader, R. Appraising Microsoft:http://www.appraising-microsoft.org/1st.html

7Patterson sigue dedicado al desarrollo de productos informáticos :http://www.patersontech.com

8 El propio Patterson nos narra desde su perspectiva cómo sería el proceso de adquisición y uso de QDOS: http://www.patersontech.com/Dos/Byte/History.html

9 Paterson, T. From the Mailbox: The Origins of DOS:  http://www.ece.umd.edu/courses/enee759m.S2000/papers/paterson1994-kildall.pdf 

10 Un seguimiento pormenorizado del caso Microsoft podemos encontrarlo en:  http://www.noticiasdot.com/publicaciones/2002/1102/021102/noticias021102/noticias021102-2.htm

11 http://www.usdoj.gov/atr/cases/ms_index.htm 

12  http://www.usdoj.gov/atr/cases/f3800/msjudgex.htm 

13 Suárez Sánchez Ocaña, A. Desnudando a Google. Deusto. Madrid. 2012

14 Informe de la Asociación de telecomunicaciones británica sobre la seguridad y el coste del monopolio en las grandes redes. CyberInsecurity: The Cost of Monopoly: http://cryptome.org/cyberinsecurity.htm   el peligro para la seguridad del monopolio de Microsoft, algo que con el tiempo quedaría demostrado en casos como el de Lituania (como veremos más adelante)

15 Matterart, A .Historia de la sociedad de la información. Paidós, Barcelona. 2007

16 Kleim, N. No logo. El poder de las marcas. Booket. Madrid. 2011

17 Recopilación de la revista Wired sobre la época: A los 10 años de la Burbuja .com: Archivo PDF disponible en http://www.wired.com/2010/02/10yearsafter/.

18 Dans, E. Todo va a cambiar. Deusto. Madrid. 2010

19 Kleim, N. No logo. El poder de las marcas. Booket. Madrid. 2011

20 6. Echeverría, J.: Los Señores del aire: Telépolis y el Tercer Entorno. Barcelona (Destino) 1999

21 La plataforma de publicidad de Google Adwords, es la clave en el negocio de Google: https://www.google.es/adwords/

22 Gibson, W. Neuromancer. Minotauro. Barcelona.1989

23 Stephenson, N.Snow crash. Gigamesh.  Barcelona. 2008

24 El film resultaría toda una referencia estética de su tiempo. La aparición de herramientas reales como Nmap para rastrear ip de usuarios no solo será un guiño a la comunidad hacker y ciberpunk sino que será una de las pocas ocasiones donde se empleen elementos reales para establecer una narrativa de ciencia ficción dura.

25 11. Mitnick, K.D. El Arte de la Intrusión. Ra-Ma. Madrid. 2006

26 Cult of the Dead Cow sigue manteniendo presencia en la red:http://www.cultdeadcow.com/cDc_files/HacktivismoFAQ.html

27 Sobre Fronteras Electrónicas España. http://hackstory.net/FrEE

28 Sobre la primera Huelga de Internet en España y sus consecuencias: http://www.internautas.org/acciones/huelga6699/convo.html

29 http://info.nodo50.org/

30 .http://www.internautas.org/

31 Molist, M. Hackstory.es. Las historia nunca contada del underground hacker en la península ibérica. 2014.  Disponible en formato electrónico en:  http://hackstory.es/

32 La primera baja de la denominada Ley Mordaza será un servicio único no ofrecido comercialmente que deja un nicho vacío en la red de servicios: http://www.eldiario.es/cultura/series/Primera-baja-Ley-Mordaza-subtituloses_0_403860432.html

33 Análisis de la salida a bolsa de tres grandes de Internethttp://www.genbeta.com/genbeta/la-salida-a-bolsa-de-tres-grandes-empresas-tecnologicas-google-linkedin-y-facebook

34 Cifras de cotización de Facebook en el índice Nasdaq: http://www.nasdaq.com/symbol/fb/real-time

35 Sobre los «unicornios» y la innovación de empresas disruptivas:http://www.enriquedans.com/2015/04/entre-unicornios-y-burbujas.html

36 Artículo de Fortune que detalla cómo son algunos de los denominados unicornios: http://fortune.com/2015/01/22/the-age-of-unicorns/

37 Lessig.L. Por una Cultura libre. Cómo los grandes medios usan la tecnología y las leyes para encerrar la cultura y controlar la creatividad. LOM. Santiago, 2005. Edición electrónica: http://www.traficantes.net/libros/por-una-cultura-libre